1) Lo primero que deben hacer es alejarse lo antes posible del animal que les mordió, ya que las siguientes mordeduras suelen inyectar más cantidad de veneno.
2) Extraer el veneno ya sea mediante jeringas o ventosas, aunque lo más normal es que tengan que recurrir a la succión con la boca. Este último método no es muy recomendable porque si la persona que realiza la succión sufre de alguna herida abierta en la boca, el veneno también afectará a esta y el problema se agravaría.
3) Por último deben transportar al sujeto al hospital más cercano, intentar mantener la calma de este para no dificultar más la situación con una posible crisis respiratoria o cardíaca y transmitir todas las características de la serpiente que les atacó al médico que les atienda, con el motivo de encontrar con la mayor brevedad un posible antídoto que neutralize el veneno de la serpiente.