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Una sugerente mirada
Totti
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Cae la noche, la tenue luz comienza su agonía, débil vuelve una vez más a sucumbir ante las tinieblas, escalofríos recorren cada confín del luctuoso pasillo, el estruendo de un rayo atemoriza al miedo, mientras mi letargo se ve traspuesto por una nueva imaginaria: tras la puerta se deja entrever una sugerente mirada.
Mi curiosidad anduvo paulatina dudando si se trataba de un espejismo, a medida que se acercaba, el calor que desprendía esa puerta se hacía más y más infernal. Nunca unas gotas de sudor resbalaron con semejante ansia de éxtasis, el silencio reinaba en mi desconcierto aunque un grito desgarrador me movía, me poseía a descubrir ese secreto de insinuante silueta. Casi rocé con mis dedos esa carcomida madera, lo suficiente para dejar de par en par ese muro que ocultaba lo inmenso, lo sutil, lo prohibido, la tentación, la provocación, incluso el infinito recluso entre esas cuatro paredes…un entramado de curvadas líneas que trazaban la perfección, un boceto que habría desdibujado en genialidad al más enaltecido de los lienzos, una suculenta figura tapizada por un manto de diamantes que sólo eran interrumpidos por su desnudez.
La eternidad parecía cada vez más próxima, el tiempo se detendría en ese preciso instante, sería esclavo de la perversión, no ofrecería resistencia a las incandescentes cadenas que me amordazarían a su lecho, arrancaría de mi alma toda la locura y bebería hasta embriagarme por completo de su lascivia. Cada susurro revelaría sus pensamientos más ocultos, cada caricia grabaría a fuego el deseo en nuestros cuerpos, cada suspiro llenaría de lujuria nuestros labios.
Es medianoche, y el insomnio ha caído derrotado ante el séptimo cielo, dormiré tranquilo pero cuando cierre los ojos seguirá cautivándome el misterio de esa ardiente mirada.
Totti
11/Septiembre/2009
Fuente de la información y agradecimientos: Totti
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