"Estudiante no es el que estudia, sino el que aplica el entendimiento al estudio, el que piensa en su modo de estudiar y en cómo mejorarlo."
Decálogo del estudiante:
- La clase es mi lugar de trabajo. Una hora de clase es una hora de estudio.
- Los apuntes son el medio ideal de fijar mi atención en clase.
- La asistencia a clase me exige la lectura previa del tema que se desarrollará.
- Al estudiar debo siempre utilizar lápiz y papel.
- El estudiar un texto, me exige: explorarlo, preguntarme en torno a él, leerlo y subrayarlo, recitarlo, repasarlo y hacer un esquema.
- Mi rapidez al leer es susceptible de una mejora continuada.
- Un plan de trabajo me ahorra tiempo y pasos inútiles. Debo saber en cada momento lo que tengo que hacer, y hacerlo.
- El estudio me supone esfuerzo y, por tanto, me exige descanso. Por cada hora de estudio emplearé diez minutos en tareas que requieran menos concentración y esfuerzo.
- Mi estudio ha de ser original, crítico y auténtico.
- Mi meta no es estudiar muchas horas, sino hacerlo intensamente, con aprovechamiento.
Aprovechamiento de las clases:
- Una postura correcta (pies apoyados en el suelo, tronco erguido y ligeramente inclinado hacia delante, antebrazos apoyados en la mesa) garantiza una mejor recepción y captación de los objetivos propuestos.
- A la clase se va a trabajar, no a oír.
- Prepara tus clases diariamente con una lectura rápida del tema que te van a explicar. Cuando no sepas lo que te expondrán, repasa lo correspondiente a esa materia de los días anteriores.
- Atención especialísima a los primeros minutos de la clase. Si “coges el hilo” desde el principio, no tendrás pegas a lo largo de toda la clase.
- Actividad. Adopta una actitud positiva ante el mensaje, preparándote a dominar y hacer tuyas las ideas que te expongan de los temas.
- Toma nota brevemente y con tus palabras, de las ideas expuestas por el profesor en la clase.
- Procura estar pendiente de los cambios de tema, de sus distintos apartados, que te darán la clave de la estructura de toda la explicación.
- Al terminar la clase resume mentalmente las enseñanzas expuestas, sirviéndote, para ello, de las notas tomadas.
- El punto de partida de tu estudio particular deberá ser lo aprendido en clase y las notas que hayas recogido.
Apuntes y notas de clase:
- Los apuntes son el medio ideal para fijar la atención en clase; todas las clases requieren la anotación de los puntos fundamentales tratados en ellas.
- La estructuración de los puntos ha de ser tal, que, en una ojeada, se capte la unidad y totalidad del tema expuesto en ellos.
- El contenido de los apuntes, radicará en : idea general del tema, temas clave con las ideas explicativas, conexión de unos temas con otros y estructuración de los mismos.
- Los apuntes no tienen en sí su finalidad; son los medios de atención, comprensión, aprendizaje y trabajo personal.
- Apuntar lo que se entienda; lo otro, preguntarlo. Asimilar y anotar la explicación con palabras propias.
- En los puntos: orden, claridad, orden, concreción, orden y orden.
- Los títulos, subtítulos, subrayados, elementos de realce, distintos tamaños de letra, etc, harán de los apuntes algo variado y atrayente.
- Proporcionalidad. Generosidad. Que exista un perfecto equilibrio entre lo escrito y las partes blancas del folio. Amplitud de márgenes.
- El aspecto material de los apuntes se especifica en: carpeta con dos anillas, folios blancos sin rayar y una carpeta archivadora por materia.
- Al término de la clase, conferencias o explicaciones, releer los apuntes, completar las lagunas y añadir un esquema final.
Cuestiones previas al estudio:
- Elige para tu estudio un lugar cómodo, silencioso y bien iluminado.
- Procura dedicar a estudiar diariamente el mismo tiempo y la misma hora.
- Antes de comenzar a estudiar prepara tu material: libros, fichas, cuadernos, bolígrafos, papel, regla, lápiz bicolor y ganas de estudiar.
- Estudia los cinco días de la semana. Si has fallado en alguno de ellos recupera el sábado. El domingo descansa. Atención al trabajo de los viernes, que, de entrada, te costará mucho.
- No dejes de dormir nunca de ocho a diez horas diarias.
- Cuando comiences tu estudio deberás haber decidido previamente lo que vas a hacer y el tiempo dedicado a cada actividad.
- Estudia todos los días un poco, en vez de pocos días mucho.
Hábito de estudio:
- El hábito se consigue con la repetición, día a día, del acto al que queramos habituarnos.
- Cuando nos habituamos a una cosa, la hacemos más rápidamente, nos sale mejor y más rápidamente.
- El hábito del estudio se adquiere repitiendo el acto de estudiar. La repetición refuerza el hábito...
- El hábito se asegura rodeándole de las mismas circunstancias temporales, hay que ponerse a estudiar y dejar de hacerlo siempre a la misma hora.
- Hasta que no se tenga bien arraigado el hábito, es peligroso hacer excepciones.
- El hábito de no estudiar, amenaza siempre al hábito de estudiar.
- Considera el cumplimiento de tus propósitos estudiantiles y personales, el “lugar” donde hallarás un conocimiento más profundo de tu persona y de tus modos de actuación.
- Si junto a un acto ponemos circunstancias agradables, la repetición de este acto será menos trabajosa.
Factores que condicionan el estudio:
- Inteligencia y motivación son elementos o condiciones fundamentales en el estudio, aunque para ser bien utilizadas se requiere el apoyo de los factores externos.
- Amplitud y proporcionalidad son notas imprescindibles para la mesa de trabajo.
- Ni frío ni calor, si bien es preferible un poco de frío al exceso de calor.
- Preferir siempre la luz natural. Cuando haya que estudiar con luz artificial, elegir luz azulada de flexo que entre por la izquierda a los diestros y por la derecha a los zurdos.
- Hay que ocuparse de renovar con cierta frecuencia el aire del lugar de trabajo.
- El lugar de trabajo estará presidido por la soledad y el silencio.
- La silla ideal deberá tener respaldo, no ser demasiado mullida y su altura deberá permitir que se apoyen, sin dificultad, los pies en el suelo, al objeto de que el estudiante esté en la postura corporal adecuada.
- Estudiar a una distancia de unos 30 cm del libro, el cual deberá estar en la perpendicular de la vista. Meterse, volcarse sobre el libro, quita perspectiva a los ojos y disminuye el campo visual.
El tiempo de estudio:
- Empieza por algo que te sea fácil o que te guste. Cuando estés concentrado, dedícate a lo más difícil. Termina por algo que te exija poco esfuerzo.
- El tiempo de estudio depende de las necesidades personales, pero, en general, debe oscilar entre una y dos horas diarias.
- Todos los días un poco, es mejor que pocos días mucho.
- Estudia siempre el mismo tiempo y a la misma hora.
- No estudies nunca después de las comidas ni en los tiempos de descanso.
- Acostúmbrate a estudiar por la tarde, situando el tiempo que necesites entre las seis y las nueve. Si puedes hacerlo por la mañana, entre las 10 y la 1.
- Mejor que dedicar todo el tiempo a una actividad es distribuirlo entre varias, ya que esto cansa menos y te hará rendir más.
Horarios y planes de estudio:
- El horario es la distribución de tu tiempo diario en función de las actividades a realizar.
- Se llama plan de estudios a la organización del tiempo que, dentro de tu horario, dedicas al estudio.
- Ordenar y organizar el tiempo te dará libertad de movimientos y te ahorrará pasos inútiles.
- Lucha diariamente por sacar adelante tu horario y plan de trabajo.
- Escribe tu horario y plan de trabajo, para revisarlo de vez en cuando y darte cuenta de lo que sale bien, lo que sale mal y lo que podría mejorarse.
- El horario es para el hombre, ha de ser flexible, pero no olvides que las excepciones son pasos atrás en la consecución del hábito del trabajo ordenado, responsable y pleno.
- Revisa frecuentemente tu horario y plan de trabajo para adaptarlo a tus necesidades, si bien has de impedir que lo inmediato descoloque tu plan general.
- El éxito de tus estudios dependerá grandemente de la organización racional y el aprovechamiento de tu tiempo.
- Actividades a considerar en tu horario: sueño, clases, desplazamientos, comidas, estudio, deporte, aseo personal, ocio, ...
- Actividades a considerar en tu plan de trabajo: apuntes, trabajo en equipo, trabajos, resúmenes, esquemas, repaso, preparación de exámenes, ...
La planificación:
- Planificar es lo mismo que organizar. Sin planificación estás expuesto a perder el tiempo y a no rendir en absoluto.
- Antes de hacer una cosa, piensa en ella; planifica después y tendrás éxito.
- Toda planificación requiere:
a) Toma de contacto.
b) Determinación de dificultades.
c) Política a seguir.
d) Distribución del tiempo
- Trabajar sin planificar es lo mismo que jugar a la lotería: unos tienen suerte y la mayoría no obtienen beneficio de su trabajo.
Aptitudes
La memoria:
- No puede existir inteligencia sin memoria.
- Ejercita tu memoria para una más extensa utilización.
- El mejor medio para desarrollar la memoria es confiarle cosas.
- No aprendas nunca nada que no comprendas.
- Procura interesarte en el material a memorizar, ya que las cosas que tienen interés para nosotros, se recuerdan mejor.
- La asociación de lo que tienes que aprender con recuerdos anteriores, afianza el aprendizaje.
- Lo que se escribe se recuerda mejor que o que sólo se lee. Lo que se ve se recuerda mejor que lo que se escucha.
- El principio y el fin del mensaje a memorizar se recuerdan mejor que su parte media; de ahí que sea en esta parte media en la que haya que poner más atención. Memoriza en sesiones cortas.
- El mejor tiempo para memorizar es antes de irte a la cama.
- Confía en tu memoria, pero no desprecies las indudables ventajas que ofrece una agenda.
Capacidad auditiva:
- Una postura correcta garantiza una mejor recepción y captación del mensaje.
- Anticípate a las palabras del orador, intentando adivinar los puntos que irá desarrollando y refrescando los conocimientos del tema.
- Actividad. Adopta una actitud positiva ante el mensaje, preparándote a dominar y hacer tuyos los contenidos que se expongan.
- Encuentra lo antes posible la idea central y concrétate a seguirla; lo que se aparte de ella no interesa, no conviene retenerlo.
- Ten en cuenta siempre al que habla, a su modo de expresarse, de introducir las ideas clave y de realzar lo importante, a su modo de avanzar el pensamiento, para no perder el rastro de sus ideas.
- Objetividad en la recepción del mensaje. No juzgues antes de haber comprendido. Existe el peligro de que, al no gustarte las ideas del profesor o conferenciante, disminuyas tu atención y desconectes el mensaje, con la siguiente pérdida de aprovechamiento.
- Especial atención a los cambios de tema, que nos darán la clave de la estructuración del mensaje. Estos cambios servirán para ir resumiendo la doctrina de diversidad de temas tratados o de los varios aspectos de los mismos.
- Cuanto más cerca estés del que habla, mejor captarás.
- Intentar profundizar en los objetivos y motivaciones del conferenciante sólo al final del tema escuchado deberás comparar, contrastar, criticar y juzgar.
La atención:
- Tu atención está influida por tu forma física, alimentación, sueño, estado anímico, motivación, aspiraciones, ...
- Cuantos más sentidos intervengan en lo que haces, mayor será tu atención. Hay que procurar poner los cinco sentidos.
- Antes de actuar procura decidir qué vas a hacer, ya que esto te ayudará a atender a esa actividad preferentemente.
- Busca las causas de tu falta de atención cuando se dé.
- Una postura adecuada, favorece el proceso de atención.
- Si dominas tu ritmo respiratorio (cambiándolo a tu voluntad de lento a rápido, de superficial a enérgico, etc.) podrás conseguir a través de ese dominio que todo tu cuerpo colabore en tus realizaciones, como aliado.
- Con la atención está relacionado el ambiente que te rodee. Si cuidas éste, mejorarás la atención.
- La aceptación voluntaria del acto de estudiar, como de cualquier otra actuación, mejora tu concentración y, por tanto, tu atención.
- No te preocupes si te distraes. Lo importante es que las distracciones duren lo menos posible.
- Cuando desees hacer una cosa es muy posible que tengas otras en la cabeza que te distraerían. Apunta en una hoja las “cosas para hacer cuando termine lo que estoy haciendo”; eso te concentrará en tus realizaciones.
La observación:
- El primer requisito de todo buen conocimiento es una buena observación.
- Al observar, sigue este camino: 1-intenta captar el hecho en su conjunto; 2 –fíjate en sus detalles; 3 –obsérvalo globalmente.
- Que los detalles no te hagan perder la visión de conjunto, lo esencial.
- La objetividad de tu observación dependerá del dominio que tengas sobre ti al observar.
- No te fíes del primer golpe de vista; profundiza en las cosas.
- Calma en tu observación. Comprende tus observaciones.
- Observa en tus libros de texto, no te limites exclusivamente a leerlos.
La lectura:
- Cualquier persona que lo desee puede mejorar su velocidad lectora. La práctica diaria es el sistema único de perfeccionamiento en la lectura.
- La velocidad lectora siempre ha de estar en función del texto que se lea y del fin que persigamos al leer.
- Rodéate de unas condiciones óptimas para leer: buena iluminación, postura adecuada, distancia prudencias al papel y actitud positiva.
- Antes de leer, hojea. La exploración del texto es medio ideal para mejorar la comprensión.
- De un autor, lo interesante son las ideas, no las palabras. Fíjate, pues, en captar las ideas, ya que tú puedes poner las palabras.
- Lee siempre activa y críticamente.
La lectura de los libros de texto:
- La lectura de un libro de texto no difiere de la lectura en general. Tiene un mismo fin: la comprensión de lo que leemos, el dominio de contenidos para poder ser aplicados posteriormente.
- El estudio es una actividad seria que requiere esfuerzo y concentración. Tu estudio deberá comenzar siempre por la exploración de la lección o el tema. Pregúntate, después de explorar el tema, lo que sabes sobre él.
- En tu estudio, da particular importancia a la lectura de los gráficos, dibujos, estadísticas, etc.
- Existe un único modo de comprobar el conocimiento de una lección. Si eres capaz de expresarla por oral o por escrito, lo sabes.
- Cuando te sepas un tema, resume los puntos importantes y haz un esquema de ese tema. Después repasa con cierta frecuencia tus apuntes y esquemas.
Técnicas:
Subrayado:
- Subrayar la lección facilita el estudio, mejora la atención y hace más corto y eficaz el repaso.
- El objeto de poner una raya debajo de las ideas fundamentales, es destacar, realzar lo que de importante contiene la lección.
- Se subraya sólo lo más esencial de un texto o lección.
- Subraya siempre con lápiz. Lo ideal es realizarlo con un lápiz bicolor; el rojo para las ideas principales y el azul para los datos o cuestiones que expliquen lo fundamental.
- Primero lee toda la lección, y, después, en la segunda lectura, comienza a subrayar.
- Subraya párrafo por párrafo.
- En cada párrafo encontrarás una idea fundamental (subráyala en rojo) y unas complementarias de ella (subráyalas de azul).
- Las ideas a subrayar están normalmente al principio del párrafo. Si no las encuentras aquí, búscala en el centro o en el final.
- No estudies nunca una lección sin haberla subrayado previamente.
Resumenes:
- La labor de resumir es posterior a la de subrayar. Resumir es poner con nuestras palabras lo importante de una lección.
- Un resumen deberá tener de extensión aproximadamente la cuarta parte del texto primitivo.
- Brevedad, pero con precisión. Un resumen deberá huir de los detalles sin importancia, pero habrá de tener los datos necesarios que aseguren una información perfecta.
- En el resumen todas las ideas deberán estar perfectamente integradas, enlazadas y relacionadas.
- Hay que ir de lo general e importante del tema, a lo particular del mismo. De lo fundamental a lo explicativo.
- El resumen deberá tener unidad y sentido; todas las ideas contenidas en él habrán de supeditarse al conjunto. Un resumen no puede ser una colección de ideas, una simple enumeración.
- La presentación de un resumen deberá recordar un texto normal. Se desarrollo es horizontal y en un solo párrafo.
- En los resúmenes no podrán aparecer guiones o asteriscos. El punto y seguido es el medio de enlace.
- El resumen facilita la comprensión y ayuda enormemente al repaso.
Esquema:
- Un esquema es la expresión gráfica de las ideas importantes de una lección.
- Estudiar es lo mismo que preparar y confeccionar el esquema de la lección.
- Hasta que no hayas leído un par de veces una lección y domines su contenido, no podrás realizar un esquema.
- Los elementos fundamentales del esquema son: el título, los apartados y las ideas que explican el apartado. (cuadro sinóptico)
- Un esquema deberá contener nuestras propias palabras, lo que demostrará que hemos comprendido bien las ideas expuestas.
- Cada idea deberá expresarse en un renglón y llevará un guión delante.
- Utilizad en vuestros esquemas signos de realce, subrayado en distintos colores, distintos tamaños de letra, etc.
- No utilizad llaves en los esquemas.
- Procurad que en los esquemas predomine lo blanco del papel sobre lo escrito.
- Acostúmbrate a esquematizar todo aquello que estudies y lees.
El repaso:
- La realización de un examen tiene su primer momento en la técnica del repaso.
- Repasa siempre en función del tipo de prueba, examen o control.
- Repasar es una actividad diaria, aunque no todos los días haya que repasar todo el material anterior.
- No repases nunca por tus libros de consulta o de texto. Hazlo por tus notas de clase y esquemas o resúmenes de estudio.
- El repaso impide los estragos del olvido.
- Repasar no es estudiar.
- Repasa conforme a un determinado plan, en que aparezca un repaso a corte, medio y largo plazo. Es decir, un repaso que vaya desde el día de estudio hasta la víspera del examen.
- El repaso es una actividad agotadora y comprometida. Si no estás en condiciones óptimas es mejor que no comiences a repasar.
Los exámenes:
- El examen o prueba control objetivamente realizado, debería ser indicativo de la calidad de nuestro estudio.
- La proximidad de un examen no nos debe llevar a hacer cosas raras. Diariamente debes dedicar un tiempo al repaso y preparación de tus pruebas, controles y exámenes. La víspera de la prueba procura no estudiar, con objeto de no crear confusiones entre los conocimientos aprendidos.
- Infórmate del modo de calificar la prueba que vas a realizar.
- La calma, la tranquilidad, es imprescindible para el éxito en los exámenes.
- Antes de contestar, lee detenidamente el examen, atiende a las instrucciones y a las normas.
- La distribución del tiempo de examen influirá notablemente en la nota.
- Cuida la presentación general, la legibilidad de la letra y la claridad de las ideas expuestas.
- Cuidado con la ortografía. Relee tu ejercicio antes de entregarlo.
- No entregues nunca el primero. Utiliza todo el tiempo que se te dé.
Técnicas pedagógicas de base:
La ortografía:
- Más que en el número de faltas hay que fijarse en lo que se falla. Más que en lo cuantitativo, interesa en qué cometemos las faltas.
- Una buena táctica para superar lo ortográfico, es atacar el problema por la retaguardia, con una lectura comprensiva y racional.
- El diccionario es imprescindible para el progreso ortográfico.
- Aunque unas pocas reglas ortográficas ayudan, mejor que estudiar ortografía es observarla y utilizarla correctamente.
- Copia trozos de buenos escritores, poniendo atención a la ortografía.
- Busca las causas de las faltas ortográficas: falta de visión en un ojo, otitis, antipatía hacia cualquier profesor, enfrentamiento con el ambiente escolar, etc.
- La relectura de lo que escribes te ayudará a ir superando el problema.
- En caso de apuro, intenta recordar la palabra en todas sus formas posibles y elige la que más se parezca a la correcta.
- Constrúyete una pequeña relación de faltas que cometas más comúnmente, hazlas frente de una en una y táchalas cuando las hayas corregido.
La redacción:
- Redactar es expresar por escrito, clarificando, ordenando, estructurando y relacionando una serie de conocimientos, datos e ideas sobre un tema determinado.
- Antes de ponerte a redactar, deberás tener claro lo que quieres decir, cómo lo vas a decir y de qué medios te valdrás para una comunicación más adecuada.
- Intenta una redacción objetiva, que es aquella en la que dominan las ideas, los contenidos, sobre el modo de expresión.
- Un esquema con los puntos fundamentales a tocar en la redacción, podrá ayudarte a conseguir unidad en el texto.
- No te apartes nunca del objeto que te llevó a escribir. Ir directamente al tema, al fondo, evitando los comentarios marginales, es una buena norma a tener en cuenta.
- Acostúmbrate a introducir apartados – subtítulos – que facilitan la lectura de tu escrito y aclaran su contenido.
- Desarrolla en cada párrafo una sola idea, que, expuesta de modo general al principio del párrafo, sea matizada y desarrollada a lo largo de él.
- Usa oraciones cortas, entrelazadas con otras más extensas, procurando siempre utilizar verbos activos.
- Elige siempre palabras concretas, cortas, simples, expresivas, siendo prudente en el uso de adjetivos y adverbios.
- Ten muy presente el uso de los signos de puntuación.
La escritura:
- Cuidar los aspectos materiales de la escritura denota interés por un desarrollo y perfeccionamiento personal.
- Preocuparnos de la legibilidad en la escritura no equivale a tenerla por único fin.
- Revisa los elementos que componen tu escritura: velocidad, ortografía, proporcionalidad, presentación, calidad, eficacia, etc.
- Cuida especialmente siempre las letras o signos que suelen salirte ilegibles. Pide a alguien que te señale en qué signos tu letras presenta problemas.
- Desecha de una vez para siempre la costumbre de “pasar a limpio”; a limpio tienes que hacer todo lo que escribas.
- La presentación material (aspecto) de una prueba influye grandemente en su valoración, ya que significa un interés por quien lo va a leer.
- La pluma tiene grades ventajas sobre los demás útiles, como instrumento de escritura.
- Sé generoso con el papel.
- Procura siempre dejar márgenes amplios por arriba, abajo, derecha e izquierda.
- Intenta que tus escritos tengan unidad gráfica y, además, la variedad que aportan los títulos, subtítulos, subrayados, mayúsculas, etc.
Resolución de problemas:
- Todo problema es la práctica de algo teórico – lección o tema – que puede ayudarte para su solución.
- La lectura detenida de las instrucciones, es fundamental. Determina claramente lo que tienes que obtener, calcular, averiguar, ...
- Intenta primero resolver el problema mentalmente – pensarlo – para, después, pasar a la acción.
- Etapas en la resolución de problemas.- 1: determinación de datos e interrogantes; 2: planteamiento; 3: desarrollo; 4: solución.
- Comprueba lo realizado. Cuida la presentación y su distribución material.
- Claridad en la realización y solución del problema.
- No descuides lo operacional.
- La representación gráfica es imprescindible en algunos problemas.
El trabajo en equipo:
- El equipo de trabajo se compone de individuos, pero es algo más que la suma de sus saberes. Trabajar en equipo no es sólo trabajar juntos.
- En el equipo, cada cual tiene sus misiones.
- El respeto a la opinión ajena es la base del éxito del equipo.
- Las etapas del trabajo en equipo, son:
a) Determinación de objetivos y actividades a realizar.
b) Planificación de tiempo y trabajo.
c) Realización – ejecución.
d) Comprobación de lo realizado.
- El clima de trabajo debe ser tal, que todos los miembros del equipo tengan oportunidad de expresar sus ideas.
- Toda acción del grupo deberá basarse en una tarea previa de pensar en común lo que se quiere hacer, cómo se realizará y los medios con que se cuenta.
- Estimular a todos los miembros del equipo a una real participación.
- Trabajo con la vista en la tarea y el pensamiento en los miembros del equipo.
- Lo importante no es el qué, sino el cómo.
- Comparte el sentir del equipo. Intégrate.
Fuente de la información y agradecimientos: “Aprender a estudiar”, de Senador Pallero
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