1. INTRODUCCIÓN
Hola chic@s.
Recientemente mi pareja ingresó en el hospital por riesgo de parto prematuro y me gustaría compartir la experiencia que tuvimos y el protocolo médico que nos aplicaron para todos aquellos padres que estéis pasando por algo similar ahora mismo.
2. RIESGO DE PARTO PREMATURO (PROTOCOLO MÉDICO EN SEMANA 33)
En el caso de mi pareja, ingresó por urgencias al hospital por una supuesta gastroenteritis (tenía dolor en la boca del estómago, náuseas y vómitos).
Tras varios análisis generales de sangre, orina, virales, etc. solo hallaron que estaba deshidratada, le inyectaron suero intravenoso y comenzaron a monitorizar su presión uterina (para ver si tenía contracciones).
Aunque ella no sentía ningún tipo de contracción, el cardiotocógrafo (el aparato que mide la presión y contracciones uterinas -además de la respuesta cardíaca del feto y la madre-) indicó que efectivamente estaba teniendo contracciones.

Este cardiotocógrafo está midiendo la presión uterina (número verde en grande). Cuando este número aumenta fuera de los valores basales/regulares, se registra la contracción (más presión uterina = contracción). // Además, suelen registrar la frecuencia cardíaca del feto (número en color naranja) para ver cómo responde a las contracciones y de forma adicional, también la de la madre (número verde pequeño).
Unido a esto, dos medidas de la longitud de su cuello uterino (al comienzo y al final del chequeo médico) mostraron claramente que se estaba acortando, de 30 a 20 mm en apenas dos horas. (*) Tened en cuenta que el cuello uterino es como la parte larga de un embudo y conforme esta se va acortando comienza a quedar expuesta la parte más gruesa del embudo; abriendo las puertas a la salida del bebé. Ver artículo relacionado.
En resumidas cuentas, el riesgo de parto prematuro era alto y cuando esto pasa antes de la semana 34 se suele intervenir frenando la actividad uterina con tocolíticos intravenosos durante 48h y dos inyecciones de corticosteroides (1 cada 24 horas) para acelerar la maduración de los pulmones del feto.
Durante esas 48 horas, la gestante debe estar en reposo recibiendo la medicación. En nuestro caso, además le hicieron un cultivo de orina y la monitorizaron con el cardiotocógrafo una vez por día.
A la mañana siguiente de finalizar esas 48 horas, ya sin medicación, volvieron a monitorizarla una vez más y le hicieron una ecografía para ver si el cuello uterino se había seguido acortando.
Por suerte, estaba tal como en su última medida y le dieron el alta.
Ahora, durante 3 semanas le han mandado ovulos de progesterona diarios (2 cada 12 horas) para controlar las contracciones del útero hasta que la bebé está completamente madura (≈ 37 semanas).
Y esto es todo por ahora.
He escrito este post para aquellos que como yo hace unos días estaba con el susto en el cuerpo sin entender nada de lo que estaba pasando.
Si tenéis cualquier duda, dejadla en los comentarios e intentaré ayudaros con lo que pueda.