Un arrebato de pasión

 

Un arrebato de pasión

Totti

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Maniatado a la alcoba, condenado a vivir, las alondras destapan el lecho donde hallaré el infinito. Tras un exilio que se me antojó casi eterno, las olas han varado mi cuerpo hasta las orillas del firmamento, es como magia incandescente que serpentea frente a mí mostrando su elixir prohibido.

Los interminables años en los que el estigma de la soledad me había flagelado hasta desgarrar mi alma sucumbieron ante aquel vendaval de curvas que me hizo renacer como el ave fénix. Anonadado ante el inminente torbellino del deseo, atónito frente al beligerante roce de sus labios, sólo pude ser testigo de su candente lujuria.

Un arrebato de pasión, el irreverente crujir de nuestras enjundias, el turgente cosmos dibujado sobre su pecho; nada hacía sospechar el tétrico desenlace que nos aguardaba sigiloso desde el balcón. Una certera daga atravesaba su ser mientras yacía en mis brazos, el desgarro abrió en canal un mare magnum de sangrientos cristales que se derramaron sobre mí intentando ahogarme.

Aquel candil dio testimonio del desenfreno e hizo relucir su despiadado plan; ingenuo creí en su día haber disecado a los fantasmas de la venganza, pero ajeno a ellos, seguían mis pasos como sombra atenta a la espera de arrastrarme hacia la muerte.

Totti

24 de Diciembre 2009

 

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