Durante un terremoto, es primordial que mantenga una actitud serena y constructiva. No hay que perder la calma, ni correr y evitar las aglomeraciones.
Si el terremoto es leve se pasará pronto, por lo que no hay que alarmarse, y en el caso de ser moderado o fuerte hay que estar tranquilo y que lo estén el resto, prestando una mayor atención a niños y ancianos.
Además, es importante, que al realizar cualquier acción razonen las posibles consecuencias, con el fin de no agravar la situación de peligro. Continuar leyendo